lunes, julio 23, 2007

fin de semana hippico

Rocio nos invito a todo el grupete, Paula, Paul, Bea, Leti, Daniela (una chica q estaba en la fiesta del dia del amigo pero que apenas conozco), a la casa de los padres de Joe en Midhurst.

Leti y Dani dijeron que irian el sabado x la mañana (y al final daniela se bajo, y terminaron no viniendo), pero yo me fui el sabado por la tarde. En una hora de tren llegamos a la estación de Haslemere, camino a Portsmouth.

Nos esperaba con el auto, Rufus, el hermano de Joe, que vive en la casa contigua. Nos recibieron Sam e Hillary, los padres, que, debo decir, son sensacionales. Comimos arroz y vegetales todo muy casero, con chutneys, todo todo casero. Termine comiendo por error dos platos, y vino y luego Sam abrio una botella de Porto que tenia desde el 1983, y torta casera y ...

La casa es un museo viviente. Cada espacio de la enorme casa, esta decorado por infinidad de souvenirs traidos de todas partes del mundo. Vasos y cristales de todos colores, mates, afiches, paredes de fotos... y mi favorita, una pared tematica, en donde hay muchos cuadros de un ambiente mediterraneo, pero de ellos no pertenece y hay que descubrirlo! estatuillas budistas, un hilar donde Hillary (el nombre le queda justo :P) teje todo tipo de prendas, y por supuesto, paredes completas de libros. Gente de un nivel cultural e intelectual muy pero muy elevado. Y gente que ha viajado mucho, como la abuela, que esta en una foto blanco y negro apeada junto a su moto de principios de siglo con la que recorrio ella sola, toda Africa.

Nos fuimos a dormir a eso de las tres de la mañana, despues de horas y horas de conversar.

A las ocho me despierto, y me quedo leyendo un libro de Rudyard Kipling, El hombre que queria ser rey. Lamentablemente no lo termine, pero uno puede ver ahi mismo, esa necesidad del inglés, de salir al mundo, en busca de nuevos horizontes y desafios. Y no pude evitar sentirme identificado.

El desayuno, para que decirlo, fue sensacional. Pan horneado bien casero, una manteca de color amarillo fuerte que era una delicia, frutos del bosque, mermelada casera, te con leche... y Joe me termino tentando para comerme un buen huevo frito de campo... recien salido de sus galilinas... frito con la misma manteca, lejos el mejor que haya comido.

Fuimos a dar una vuelta, cuando salimos del terreno de Joe, pasamos a unas pruebas de saltos de caballos, donde nos tomamos una buena cerveza local. Y luego, a columpiarse con una cuerda !

Apenas volvimos a la casa, y ya nos preparabamos para el picnic... para la final de Polo auspiciada por el champagne frances Veuve Cliqout. Aparentemente, el torneo de Midhurst es el segundo en importancia despues del de Windsor, donde juegan para la reina.

Fuimos con un gazebo, por las dudas si llovia, y montamos el picnic desde una lomita donde se podia ver mas de la mitad de la cancha.

Aunque parezca increible, me puse ciego comiendo unos sanguches de pan casero, hojas verdes, humus, tomate en rodajitas, y un poco de pepino. Y luego de dos terribles sanguches y vinitos argentinos, me termine comiendo un sanguche de lomito. Y mas vino, y ... ufff.. apenas podia respirar. El partido empezo a las tres de la tarde, y toda la gente super cheta estaba en las gradas con largavistas y champagne, o sentados en sus mesitas plegables, que trajeron en brutas 4x4.

Asi pasaban las horas, el sol cada vez pegaba mas y mas fuerte, hasta casi broncear !
El partido termino, entrega de premios, y volver a la casita. Nos quedamos un rato más y ya cuando se hizo de noche, volvimos para Londres, previo firmar el libro de invitados :)

Luego de tan relajado fin de semana, volvi en el tren casi durmiendo. Nadie hablaba, todo el mundo con una sonrisa de oreja a oreja.

Fue mi primer dia de campo, y curiosamente fue en Inglaterra. Rodeado de argentinos, y Joe, que es casi un argentino más, y habla con perfecto acento porteño, pero en un entorno ingles, fue algo doblemente interesante. Realmente fue una experiencia fascinante.

Rocio y Joe ahora viven a poca distancia de mi casa, donde acaban de alquilar un depto, con lo cual me pone muy contento, porque realmente quiero verlos a menudo.