miércoles, junio 07, 2006

la conquista de la isla de los piratas

Estaba oscuro y la noche se cerraba sobre mi. Navegaba sólo ante las inclemencias del tiempo, el frio soplaba como cuchillos, y mi unica compania era la últmia botella de cerveza trapichera que habia comprado en el puerto de Ostende. Hace tiempo habia partido del puerto de Bruselas, y ahora me encontraba a bordo de una barcaza putrefacta con una bandera azul y muchas estrellas amarillas formando un circulo. El capitan, el contramaestre y un marinero estaban refugiados en sus camarotes renegando de mis consejos de no arrastrar tantas toneladas de cargamento extra. Que debiamos descargarlos en el puerto más cercano y asi seguir camino. Ellos insistian que esa era la forma de hacerlo, pero la linea de flotación cada vez sufria más y la barca apenas si lo resistia. Las velas estaban hechas jirones y no soportarian mucho tiempo. Asi fue que esa fatidica noche anterior a mi cumpleanios, el mastil principal se quebró, atravezó la proa y nos dejo sin rumbo y a punto de ahogarnos.

Salieron de pronto de su reclusión y sugirieron que yo debia ser arrojado al mar, y que asi los dioses lograrian que el barco lleve a salvo. presionado por las circustancias y ayudado por su repentina y drástica decisión de prescindir de mi, decidi saltar del barco antes que se hunda.

Nade hasta un retazo del velamen que flotaba cerca, y me abrazé a el esperando clemencia del tiempo. dias pasaron ahsta que esto sucedio. La tormenta ha cesado y nuevamente brilla el sol. Mi garganta estaba seca y mis fuerzas flaqueaban. Luchaba para no ceder ante el delirio producido por el cansacio. si me dormia, moriria.

La sal quemaba mis ojos, asi que apenas podia ver. Pero logre ver que algo nublaba mi vista aun más.. una sombra que debia ser algo aproximandose. podia escuchar algo que se acercaba hasta mi. Senti como me jalaban y asian hasta pisar cubierta. Una banda de piratas me rescataron y me prometieron cuantiosos tesoros a cambio de mis servicios como mercenario. Cuchillo entre los dientes, asentí con la cabeza.

Donde vamos? pregunté con indiferencia.

- Two Lond'n mate! respondio uno de los filibusteros con una voz flemática

fue lo ultimo que escuche antes de caer rendido por el hambre y el cansacio.

Cuando me despertó una cubeta de agua helada, sentia que mi cuerpo cobraba vida de nuevo. Comi un pan duro y mohoso con furición, mire a la pandilla y dije

Until World's end... God save Queen!

por suerte, los muy ignorantes pensaron que yo estaba a favor de su estupida reina...

1 Commentarios:

At 9:22 p. m., Anonymous Anónimo acoto...

Estupendo..saludos desde Los Mochis Sinaloa, México..:)

 

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